La idea es convertir este universo en 8 capítulos de 40 minutos, Enrique Bencomo, director de «Muérete en Casa» [México]

La Ciudad de México se ve amenazada por el comienzo de una pandemia que algunos toman en serio y otros lo toman en juego. Un repentino terremoto logra el pánico necesario que causa un contagio masivo en toda la ciudad. SOLO, despierta en una azotea encerrado sin entender qué pasó esa noche del terremoto, al escapar se encuentra con una ciudad desolada. En su búsqueda por respuestas conoce a SOLA, una joven precavida que mantiene una estricta rutina de aislamiento. Juntos se dan cuenta de la existencia de los enfermos, las personas contagiadas con el virus que causa extraños y peligrosos síntomas, y buscan una manera de sobrevivir.

Entrevistamos a Enrique Bencomo, director de «Muérete en casa», ganadora del premio del jurado a la Mejor Webserie en Cuarentena del Santiago Web Fest (segunda edición).   Enrique se define como un realizador autodidacta, que ha aprendido todo lo que sabe experimentando, filmando y mirando videos de Youtube.  Dice que su primer largo fue una escuela asesina, lo filmó en Chile y se llama «Atacama»; escribió un libro que recopila toda la experiencia de hacer esta película, el cual se encuentra disponible en Amazon bajo el título: «Atacama, filmando en medio de la nada». -Guía para rodar un filme de ultra bajo presupuesto y alto riesgo-.

Acerca de «Muérete en casa» nos cuenta que su idea era filmar una serie post apocalíptica, con códigos de género, pero que no fuera de zombies.  Dice que antes de grabar el primer capítulo visionó más de 30 películas, desde títulos actuales hasta películas de la década de los ’50, para empaparse de referencias,  como parte de su metodología de trabajo, basado en lo que él llama «ingeniería inversa».   A continuación nos cuenta los entretelones de esta producción de 5 capítulos más un spin off filmado en la ciudad de Caracas.

¿Cómo nace o cómo empieza este proyecto de webserie, contextualizando que se trata de una producción hecha en pandemia en la ciudad de México? (año 2020)

Bueno, la gente no salía por miedo. Entonces me dije, voy a salir a la azotea a filmar algo.  Aquí en México es muy característico que las azoteas en los edificios viejos tengan jaulas donde la gente cuelga su ropa para secarla.  Entonces fui a la azotea y me puse a filmar un videíto así entre las rejas vacías y bajé el mismo día a editar el material, y cuando lo vi me dije «esto parece una escena post apocalíptica».  Luego pensé ¿por qué no usamos a México vacío para una puesta en escena para una serie?.  Yo creo que no soy buen guionista, pero cuando parto de unos buenos pilares creo que puedo sacar algo útil, en este caso decía… ciudad vacía, las rejas… Entonces me puse un plazo de un mes, que es un método que yo aplico para todo, trabajar con deadlines; yo ni sabía que iba hacer, solo sabía que iba a hacer algo y era mi manera, mi terapia para filmar, producir y yo autoconvencerme y empujarme, así tuviera 500 seguidores, pero empujarme con esos 500 seguidores que yo el 5 de mayo voy a entregar algo.   Entonces armé un equipo con Enrique Aranguren que es el protagonista y su novia.  Hicimos un guión de siete páginas y filmamos ese guión. Y cuando lo publicamos en redes sociales, le fue súper bien, toda la gente dijo ¡wuaaa! y no sé qué…  Entonces para ser una cosa improvisada como hicimos, le fue súper bien;  luego dijimos vamos a meterlo en los festivales que tengan categoría de cuarentena o quizás cualquier festival de género.  Y nos fue súper bien en los festivales también, así que dijimos ¡OK, vamos a hacer un segundo capítulo!

Explícanos un poco más esto de la «ingeniería inversa» o de como fueron haciendo para desarrollar un concepto de varios capítulos, sin tener escritos todos los guiones ni resuelto el argumento general de toda la serie.  

Me acuerdo que después del estreno del primer video, me escribió Pía Sanz, que es la otra protagonista, que me dijo «está buenísimo el corto, me encantaría trabajar un proyecto tuyo». Y pasó que justamente estábamos buscando una mujer para el segundo capítulo, entonces con ella grabamos el capítulo dos y así se generó una reacción en cadena, que nos fue súper bien también así que dijimos, bueno, hay que seguir esta historia.  ¿Qué pasa? Vamos a hacer el 3, y así, 4 y 5.   A pesar de que en un principio teníamos la idea de como iba a ser la serie y como podía terminar, en verdad terminó en otro lado porque íbamos construyendo ladrillo sobre ladrillo.  Entonces cuando ya tuvimos el segundo capítulo que le fue súper mejor que el primero, dijimos tenemos que filmar el tercero y hacerlo coincidir con el 1 y el 2.   Tuvimos que ir analizando lo que ya habíamos hecho hacia atrás, para definir lo que se podía o no se podía hacer hacia adelante.  Entonces así construimos y filmamos los primeros tres capítulos en tres meses.    Ya para el cuarto, ahí sí se nos alargó la cosa, porque teníamos más demanda y comenzamos a unir gente al equipo, se unió el maquillista, el personaje del antagonista, vestuario, o sea un grupo de 10 o 12 personas que todos querían estar porque les gustó el primer capítulo que vieron en redes sociales.  Se alargó también porque empezó el teletrabajo en México.

Cuéntanos un poco acerca del ritmo de producción de los capítulos en plena pandemia.

Bueno para las referencias trabajamos con story board, pasando de los dibujos de palitos a buscar en internet algún plano de alguna película que se ajustara a lo que se quería para ese cuadro, a veces llegamos a tener hasta tres planos de películas distintas, que la combinación de ellas eran el plano que queríamos, tanto para la iluminación, como el encuadre o la distancia focal.  Esto era la preproducción.   

Los capítulos se hacían en tres semanas, en horario de 10 horas al día, para poder terminarlo en tres semanas.  Filmar: una semana; edición, sonido y color: una semana, y música una semana.  Yo se lo podía dedicar y se lo dedicaba y no me molestaba. Cuando se empezó con el teletrabajo en México, esto obligó a posponer los dos últimos capítulos de Muérete en casa, uno se postergó como 10 meses y el último fueron como dos años desde el inicio del primer capítulo.

¿Qué te dejó en lo personal la experiencia de la realización de «Muérete en casa»?

Yo nunca había hecho terror, nunca había hecho algo de género, todo lo hicimos entre nosotros; la cámara, el color, el sonido, la edición, la música, story boards, buscábamos las referencias…  A mi me encantó la pandemia, era como el momento que tenía para trabajar mis proyectos personales, le dedicaba todo el día a adelantar mis proyectos, y en verdad fue un proceso muy nutritivo porque como artista creo que crecí muchísimo. Y a pesar de que asumir los costos de esta producción, fue digamos una pérdida de dinero en cierta manera, en verdad fue una gran ganancia por el aprendizaje, el reconocimiento , y sobre todo por el darme cuenta de que podía hacer un género que nunca había hecho.    La idea ahora es convertir este universo, esta propiedad intelectual en 8 capítulos de 40 minutos, y estamos en negociaciones para ello.

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