Diarios de Cuarentena, webserie peruana, monstruos y sci-fi en tiempos de pandemia

Black Snyder- no, no es Zack, el de la Liga de la Justicia, ni tampoco es su hermano-, si no más bien es un reputado guionista gringo autor de un manual que se supone te entregará las claves del éxito, en su libro llamado “Save the cat”, señala que todas las historias ya están contadas, según él hay sólo 22 tipos de narraciones. Una de esas historias la llamaba “tiburón en la casa”. Si, así como suena. Un monstruo en tu propia casa, en tu hábitat y que está dispuesto a todo. Bajo esa premisa varias historias de terror cabrían, desde un fantasma que acecha tus sueños todas las noches, la misma “Tiburón” de Spielberg o la malvada institutriz que quiere destruir tu familia o incluso un monstruo en tu nave espacial, como en “Alien, el octavo pasajero” de Ridley Scott.   Es entonces, bajo esta premisa, que podríamos incluir a la webserie peruana “Diarios de cuarentena”, escrita, dirigida, digitalizada y actuada por el multifacético Diego Ruiz de Somocurcio. Cuando me llegó el link decía que era una serie web realizada en pandemia (sí, otra más) y por alguna razón la dejé ahí, hasta que le di una oportunidad. Capítulos muy breves, de hasta 9 minutos de duración, mucho cliffhanger (giros inesperados), una muy buena musicalización y lo mejor: el Coronamonstruo.

«Cuando regresé la ciudad había aumentado el número de afectados.  lima como la conocíamos era solo un recuerdo…»

¿De qué va Diarios de cuarentena?. Un científico (Diego Ruiz de Somocurcio) buscando la cura del Covid 19, mezcla ADN de la enfermedad con el de un armadillo: “¿Qué podría salir mal?” se pregunta. Pues todo. Desde su mesa del laboratorio comienza a emerger un extraño ser, una mutación biológica, que pronto toma la forma de un Alien, el cual comienza a asolar la Ciudad de Lima, causando miles de muertes, entre ellas, las del Presidente del vecino país. Caos, desolación, una ciudad arrasada, mientras nuestro científico se jura detener a su creación (Mary Sheeley en pandemia). Teorías conspirativas, extraterrestres tipo Doctor File, incluso las mismas mutaciones del Coronamonstruo, que cada vez va tomando forma humana, y que dicho sea de paso, son notables. Muy pocas veces se ha visto un monstruo con jeans caminando por las calles devorando humanos.

Para verla eso sí, olviden las actuaciones, bastante deficitarias, un diseño de personaje poco empático (Black Snyder se revolcaría en su tumba si estuviera muerto), ya que solo piensa en su reputación mientras cientos de vidas son sacrificadas por su creación, efectos digitales cutres y cierta precariedad en las locaciones.   Salvando eso, es una serie que se ve de una sentada, adictiva y desprejuiciada,  distinta de otras producciones hechas en pandemia y muy de un de “cine bastardo”, que no pide permiso ni perdón y que se atreve a mezclar como si no hubiera un mañana.

Con una duración total de 10 capítulos, la webserie ha sido recompaginada y reestrenada en formato de largometraje el 18 de febrero de este año por el Canal de Youtube de Producciones Wood.  Interesante apuesta peruana, que no es la primera vez que sacan un largo a partir de una webserie, aunque tal vez el camino no esté tanto en la pegoteo de capítulos sino en la senda del remake de presupuesto.   

 

Por

Vladimir Rivera

OSS #MiradaLatam